sábado, 27 de noviembre de 2010

Fragmento de "El viaje intimo de la locura" (Robe)

…”Como iba diciendo cuando fui… ignorada, el mundo dejó de ser uno y se convirtió en dos. ¿Qué cómo lo sé? Porque yo estaba allí y lo vi y lo sufrí. Esto es lo que ocurrió: Noté cómo el suelo temblaba y cómo se resquebrajaban las paredes del túnel, justo por donde yo estaba pasando. Entonces, como en la peor pesadilla que una lombriz pueda imaginar, la zona delantera del túnel comenzó a elevarse mientras que la parte de atrás permanecía en su sitio, y mi cuerpo quedaba preso entre las dos. Intente cruzar entera a un lado, pero no podía, estaba aprisionada entre las paredes de la galería, que seguían estrechándose por el punto de rotura porque la parte delantera no dejaba de subir y subir.

Al final mi cuerpo se partió a la mitad y fue doblemente doloroso porque, pásmese, ninguna de las dos mitades morimos; al menos, no enseguida.

Para que se pueda entender este embrollo, he de explicar que las lombrices tenemos una gran capacidad de regeneración, y es por eso por lo que yo continuo viva: porque la mitad delantera, la parte en donde tengo lo que podríamos llamar… cabeza, pudo regenerar el trozo de cuerpo que le faltaba; pero la otra mitad, la parte trasera, en donde las lombrices tenemos el aparato excretor, no fue capaz de regenerar una nueva cabeza. Esta parte anduvo un tiempo dando tumbos; intentaba sobrevivir, pero lo pensaba todo con el culo y no hacia nada a derechas, y como seguía siendo parte de mi, yo captaba sus escatológicos pensamientos y me daba cuenta de lo confusos que eran sus razonamientos, y, a la vez, me confundía a mi y no me dejaba pensar con claridad.

Esta parte trasera era tan zoqueta que ni siquiera se entero que le faltaba medio cuerpo; notó el dolor producido por el corte, pero no supo amoldarse y siguió excretando y excretando, y se olvido de que no tenia boca para comer y, claro, murió. En ese momento, cuando fui conciente de que una parte de mí misma había muerto, me sentí rota; pero ahora que ha pasado el tiempo y que soy capaz de analizarlo desde la distancia, me alegro de que fuera así. No hubiéramos conseguido vivir, siendo como éramos, un solo individuo repartido en dos cuerpos diferentes; y es que nadie que no lo haya sufrido en sus propias carnes (nunca ha sido mejor usado el plural) puede saber la desazón que se siente siendo una y, de golpe y porrazo, ser dos y no saber hacia donde ir ni con un cuerpo ni con el otro. Lo que piensas en una parte lo haces con la otra; en fin, un mal trago por el que no me gustaría volver a pasar…

Continuara”…


Roberto Iniesta

"El viaje intimo de la locura", 2009.

www.extremoduro.com

libro@extremoduro.com

http://www.unilibro.es/find_buy_es/product.asp?sku=869648&idaff=0

domingo, 21 de noviembre de 2010

Skatologica Mente

Conocí una mujer que me contó, muy convencida, el secreto del asunto:
Elevar el inodoro 1,2 mts para que la tapa quede mas o menos a 1,6 o 1.7 mts sobre el nivel del piso.
La duda que me quedo es si la mierda la tiene en la cabeza, y por eso la altura, o si le gusta vivir llena de mierda, ya que nunca esta limpio quien caga mas alto que el culo.
O bien las dos cosas.
Por suerte, ella me conoció a mi, y ya nos desconocemos de vuelta.