domingo, 15 de abril de 2012

Callate!

Calláte!!!!!!!!!!!!!

Ella pensó... (calláte!!!!!!!)

Hacia ya cincuenta años que estaban casados, y sabia que la estaba esquivando cuando hablaba tanto. Pensó en callarlo, y lo calló de un beso. El había sido su único hombre en toda su vida. En todos esos cincuenta años. Cincuenta años y seguían besándose como el primer día que se vieron así de cerca. Todas sus amistades estaban ese día en la casa, porque había celebración, celebración de aniversario, aniversario de bodas. Todos estaban muy contentos, ya que era el único de los matrimonios que había durado tanto tiempo, y parecía que mientras existan, siempre van a estar juntos. Causaban la admiración de todos aquellos que los conocían. Él era como el esposo perfecto, la envidia de todas, y ella, había sido (y era) la mujer más fiel del mundo, aunque en eso él tenia mucho que ver. Y en ese mismo mundo, no había hombre mas celoso que él. Ella nunca conoció, amo o beso a otro hombre.

Se conocieron cuando ella tenía 14 años y el 15. Apenas ella cumplió 21 años se casaron. El tenía 22 y ella 21.

Cincuenta años y seguían besándose como el primer día.


Calláte!!!!!!!!! (Ella pensó (...callate!))

Pero el seguía hablando y hablando, y no se callaba.

Tenia que prestarle atención porque la conversación seguía su curso, largo, largo, largo. Un minuto de atención eran como horas de seminarios de fisicoquimica, cosa que jamas había entendido. Poder seguir horas de seminario de fisicoquimica es como seguir una conversación con alguien cuando estas pensando en otra cosa. Puede que algo te preocupe, puede que algo te entusiasme, y puede que no te interese. Que se yo, hay mil razones por las que podes estar conversando con alguien y no poder prestar atención.

La razón por la que ella no estaba prestando atención es porque ese iba a ser su primer beso, y ya muchas veces antes le había pasado que esa situación la superó tanto que habló sin parar. Hablaba y hablaba, y el beso no llegaba. A veces para escapar de una situación así, la única que queda es hablar, hablar hasta por los codos, hablar y que a esa otra persona le salgas hasta por las orejas con tanta conversación.

Pero esta vez era suficiente, quería ese beso de una vez.

No lo penso mucho (“CALLATE”) y procedió a hacer lo que había imaginado que alguien haría para que deje de hablar.

Se le prendió cual sopapa nueva de la boca. Le dio un beso. Le dio su primer beso, el de ella, el primero que daba en la vida, no se lo daban, lo daba.

Había visto en las telenovelas, había preguntado a sus amigas que ya habían besado a alguien, pero nunca había dado un beso.

Era más hermoso de lo que había imaginado.

Y ese beso en especial era más largo que el más largo de la película más romántica.

Al principio, aquel chico charlatán accedió a seguir besándola y besándola y besándola y besándola y besándola y besándola y besándola y besándola y besándola.... pero ya era demaciado!!!!

El trató, delicadamente con sus manos, detener ese beso. Empujo suavemente hacia atrás... Nada, el beso continuaba.

Era como cuando una fanática de algún cantante latino logra sortear la barrera de seguridad y a uno y cada uno de los guardaespaldas y al fin llega, y ahí esta el, su ídolo, que con tal de que quede bonito, acepta regalarle un beso a aquella niña, y con tres personas tirando de manos y piernas de cada uno de los dos lados, del lado de aquella y del lado de aquel, no logran que estos se suelten.

El continuó ejerciendo presión, a ver si ella de una vez acababa con ese gran beso.

Bueno, se acabo tanto caballerismo, fuerte presión la que el ejercía, ella parecía la mujer mas fuerte del mundo. Ya preocupado, muy preocupado (llevarían ya, entre beso e intento de separación, unos 25 minutos de un solo beso!), la tomo del cuello y empezó a estrangularla, a ver si paraba, y entre la fuerza que el estaba ejerciendo, y la falta de oxigeno, ella al fin lo soltó.

Guau!, ladro ella, fue hermoso.

Él se enojo tanto, tanto que no quiso seguir ni conversando, ni nada. Estaba furioso. Le dijo de todo, menos linda, casi casi y le pone una trompada.

Ella se quedo parada, ahí, sin moverse, parecía que estaba en otro planeta, sus ojos no miraban a nada ni a nadie, tan solo estaban abiertos. Tenía una sonrisa disimulada, pero no por disimular, como si estuviese recordando ese beso, esa sensación. Y ahí se quedo.

Él regreso hacia donde estaba el resto de sus amigos. Ellos habían visto toda la situación, y estaban riéndose a carcajadas. “¡¡Esta loca!!” decían, y él , que estaba enojadísimo, se relajo y se rió de toda la situación. Trató de no mirarla, de no cruzarse con ella ni siquiera con los ojos, y casi lo logro, la esquivo toda la noche.

Ella tambien fue con sus amigas, y les dijo que era lo mas hermoso que le había pasado en la vida, dar un beso. Sus amigas le aconsejaron que no sea tan exagerada, y que la próxima vez de besos mas cortos.

Toda la gente le resto importancia al suceso, menos ella. La fiesta esta por terminar y ella lo busca con la mirada, trata de tropezarse con él, trata que él le diga algo, pero nada. Él la esquiva y la esquiva y no hay forma de que lo encuentre. La fiesta terminó.

Ya de regreso, ella se pregunta ¿Por qué lo que para ella había sido tan lindo para el había sido tan traumático que ni siquiera la saludo cuando se fue? ¿Es que podría haber sido tan horrible?

Pues nada, se fue a dormir, mañana será otro día.

Él, por su parte, camino hasta su casa, y una vez solo, recordó aquella poco pudorosa señorita. Se tocaba los labios y tampoco entendía porque se había enojado tanto. El mismo se respondía que estaba loca, que no se pueden dar besos tan extraños y largos, que si hubiese estado resfriado o congestionado hubiese corrido peligro de muerte. Pero por otro lado esos 25 minutos habían sido bastante placenteros y extraños, y que ella también era lo que el consideraba una chica bastante hermosa. Recordó tambien la conversación que habían tenido, y otra vez el mismo se preguntaba porque estaba pensando en esa loca. Era como si se le cruzaran un poco los sentimientos, por un lado le había gustado, por otro se había sentido demasiado acorralado.

Soñó con ella, y fue un lindo sueño.

Pasaron dos días, y él se levanto de la cama para ir al colegio y ahí fue cuando sintió que todo le daba vueltas. Todo daba vueltas, vueltas, vueltas y al piso.

Desmayo.

Cuando se despertó estaban su mamá, su papá, el medico, y él estaba en la cama de nuevo. Había estado desmayado 25 minutos, pero se sentía bien. Esquivando los brazos de todos se levanto. Se sentía bien!

Solamente quería desayunar, estaba muerto de hambre, el doctor estaba bastante asombrado, lo reviso una y otra vez, pero nada.

“Bueno, parece que esta bien” dijo. Y estaba bien.

Ese día definitivamente había faltado al colegio. Él y ella no iban al mismo colegio, pero estaban a pocas cuadras de distancia, aunque ellos no lo sabían.

Él pensaba en ella mas de lo que se hubiese imaginado en un principio, pero menos de lo que ella hubiese querido, y menos de lo que hace falta para correr hacia alguien.

Tercer día, el no se siente bien, come sin saltear comida, pero siente un ardor en el estomago como aquel al que le falta algo. Todo transcurre con normalidad, pero le arde el estomago. Y cuando esto sucede, piensa en ella.

Cuarto día, temperatura, no se siente nada bien, pero trata de disimular ante su familia, ya que no quiere preocupar a nadie.

Quinto y sexto día, fiebre, en cama, ¿que se puede hacer en una cama con fiebre?, se siente bastante mal, vomita y no quiere comer, solo quiere verla, besarla, solamente cuando piensa en aquel beso se siente mejor, no se si se siente mejor o es tan solo que se desconcentra de su malestar y se deja llevar por lo ultimo lindo que le paso, un largo beso (larguísimo). Recuerda otras cosas, pero solo cuando se concentra en aquel momento es cuando logra, sin darse cuenta, aliviar su malestar. El solo quiere que llegue de nuevo el sábado para ver si la encuentra nuevamente en aquel lugar, y ya falta nada mas que un día.

Llego el día (la noche). Todos se van a acostar. Por supuesto que se tuvo que escapar para ir, ya que con 39° de temperatura ninguna familia más o menos cuerda deja salir a un chico de 16 años a la calle, y menos para ir a una fiesta. Mientras se dirigía hasta allí pensaba nervioso ¿ira o no ira?, y si no va?.

Cuando sus amigos lo vieron entrar, lo cargaban diciendo que se había echo el enfermo toda la semana para faltar a clases, y todos se reían. Esta bien, estaban en una fiesta, todos se reían y el se sentía mejor. Pregunto por ella, y le dijeron que si había ido, pero que no sabían en donde estaba ella ahora. Él recorrió todo el lugar con la mirada y no lograba encontrarla, pero tenia una sensación de alivio, como pensando que ya va a aparecer, que debe estar por ahí.

Ella lo vio entrar, y corrió hacia el baño. Se había comprado un vestido, aros, un collar, zapatos, anillos y pulseras y un perfume. Se había bañado con agua mas que caliente y se puso cremas para suavizar su piel, que ya de por si era tan suave como la de la mayoría de las chicas de 14 años. Cuido cada detalle de su peinado, y cuando entro a la fiesta noto que estaba mas bonita que de costumbre. Ella lo estaba esperando, aunque dudaba mucho que el quisiera volver a verla.

Todo estaba en su lugar, la ultima esbillita había sido recolocada en su sitio, ella sale del baño y se encuentra con sus amigas.

El enseguida la ve, se sentía muy bien, ahí estaba.

Ella le dirige una mirada, el no la esquiva, y caminan uno hacia el otro. Ella sabía que sus besos debían ser más cortos. Comienzan a besarse sin preámbulo.

20 minutos besándose.

Al fin se presentan nuevamente luego de besarse, ya que habían estado hablando antes de aquella primera vez, pero luego todo se había ido para cualquier lado y nada.

Eso.

No era fácil hablar con ella luego de un beso, ya que quedaba como en las nubes, pero de a poco reaccionaba. Además ya no era necesario despegarla a la fuerza, un toquesito y ella terminaba con sus besos.

Quedaron en encontrarse a la salida de la escuela, el quería pasarla a buscar.

Él se sentía de maravilla, pero a los dos días... BLUM!!!, al piso de nuevo. Otra vez todo da vueltas, pero ahora, no se sentía bien, se sentía mal, bastante mal. El solo pensaba en ella para aliviarse. El medico recibió el resultado de los análisis, y todo indicaba que el chico estaba bien, pero era obvio que no. Tenía fiebre, vomitaba, o sea, estaba como cualquier enfermo.

Él le había prometido que la pasaría a buscar por el colegio a los cuatro días de la fiesta, y eso hizo. Aunque se sentía más que enfermo, fue a buscarla.

Se besaron unos 40 minutos.

El se fue porque el doctor iba a pasar por su casa para ver como estaba.

Estaba bien.

El doctor dijo que no podía ser, que ahí había algo mal.

Unos días esta bien, sano como cualquier persona sana, otros días esta mal, muy mal, pierde la conciencia por demasiado tiempo, su temperatura varia entre los 38 y los 40° y de repente esta en 36.6, 36.8, 37. Y luego fiebre de nuevo, y al parecer no tiene nada.

Algo esta mal ahí.

Internación.

El doctor decide que lo van a interna para hacerle algunos estudios.

Primer día sin ella en el hospital, la extraña, la quiere ir a buscar al colegio, pero el doctor dice que se va a tener que quedar internado por lo menos una semana.

Los primeros tres dias el se siente muy bien, y el cuarto día... desmayo. Cuarenta minutos desmayado, es demasiado. Se siente mal, muy mal. Había faltado a la fiesta, y la extrañaba realmente mucho.

La semana de internación había durado ya una semana mas de lo acordado. Ya había faltado a dos fiestas.

Solamente pensaba en ella.

Ella, por su parte, estaba realmente triste, no sabia que él estaba internado, y tomo sus ausencias como un rechazo. Creyó que él ya no quería volver a verla (pero él quería verla como sea).

Él estaba muy mal, el doctor estaba más que preocupado, cada día que pasaba su paciente empeoraba más y más. El ya casi no tenia fuerzas para nada, pero cada día a la hora indicada, intentaba escapar del hospital para ir a buscarla al colegio y besarse una hora entera, pero había muchisimas enfermeras que día a día frustraban su huida.

Hacia ya tres semanas que estaba internado y el pronóstico era malisimo. Todos sus amigos y amigas estaban en el hospital, lo visitaban todos los días, hasta que ya solo su familia y un amigo podían entrar a verlo. Estaba muriendo y nadie entendía de que.

Le pidió a su amigo que por favor vaya al colegio a pedirle a ella que lo visite, para darle un último beso.

Cuando ella llegó al hospital, todos lloraban, ella se dio cuenta que el estaba realmente mal. Entro a la habitación y el apenas la miro con la poca fuerza que le quedaba para mantener sus ojos abiertos. Corrió hacia él y lo besó y lo besó y lo besó...

Lo besó, durante diez minutos, ya que las enfermeras la sacaron casi a las patadas.

Era fantástico, ya se sentía completamente repuesto. Nadie entendía nada, pero el estaba mejor que nunca.

El doctor no podía creer esto, su familia lloraba mas que antes, y ella tambien.

Ella prometio volver al día siguiente, y el se quedo en el hospital.

Al otro día, apenas el comenzó a sentirse mal, ella llego y le dio un beso que lo repuso, y así se fueron sucediendo los días.

El descubrió lo que ningún medico podría notar.

Los besos de aquella mujercita, no solo lo curaban, sino tambien que lo habían enfermado y eran el único remedio.

Luego de algunos meses y algunos experimentos que hizo sin que ella se diera cuenta, llego a la conclusión que la cantidad de minutos que duraba el beso mas largo que ella le daba era la misma cantidad de minutos que duraba el desmayo que lo alcanzaba. Y el desmayo venia si ella no lo besaba en el transcurso de los próximos días en relación al tiempo de duración del beso. Si el beso duraba, de 20 a 29 minutos, a los dos días se desmayaba. Si duraba de 30 a 39 minutos, a los tres días. Así que no solo era la cura, sino también la enfermedad.

El la celó, la celó tanto tanto que ella nunca pudo darle un beso a otro hombre, y el la cuido tanto como a su propia vida.

Ella es el día de hoy que lo ama profundamente, y nunca se entero de su extraño poder.

Y el sabe que si ella muere primero, antes de morir le dará un beso tan largo como dure su existencia, la de ella y la de el. Y el también sabe que al poco tiempo todos creerán que el murió de tristeza, y quizás tengan razón.


Charol




Sábado 5 de agosto del 2000.

5:26 a.m. aprox.

El video es porque siempre me gusto esa intro después de este cuento